Yo te nombro
suspirando
cuando suena esa canción apasionante
cuando algún rostro evoca al tuyo
cuando veo el lago donde mojamos nuestros pies
cuando veo la tierra donde quemamos nuestros demonios
Yo te nombro
las noches en que te ausentas
Yo te nombro
para que mi boca pruebe
aunque sea tu nombre.
Mí misma ¿cómo es que los poetas te roban las palabras o es porque también son humanos?
ResponderEliminarOcurrencias... ¿Dices, Manuel?
Simples mortales. Sentimos como todxs. Ocurrencias distintas, creatividades distintas, pero todxs, simples mortales.
EliminarGracias por pasar al blog.
Saludos fraternales RC (así como gusta firmar)
Te leo y... mis respetos Manuel Bolom.
EliminarAfina el lápiz permanentemente!
Atentamente,
RC (me encanta)